La llegada de la mejor plataforma de compra/venta de juegos digitales (Steam) supuso la aparición de títulos alejados de las típicas mecánicas propias de los AAA, de los gráficos hiperrealistas y pulidos al máximo y de las obras, principalmente palomiteras, creadas para agradar, a la mayoría del publico que consume, fervientemente, videojuegos.
A lo largo de todos estos años hemos tenido grandes ejemplos de pequeños juegos creados con el corazón, obras diseñadas ,para que el autor de las mismas, puediera expresarse como quisiera y así poder hablar de manera profunda con el jugador.
Braid, Super Meat Boy y FEZ fue una trinidad de juegos pioneros al demostraron que yo no hacían falta estudios de mercado o copiar tendencias para hacer algo realmente interesante y personal , aunque costase lo suyo. (todo esto lo podéis ver en ese fantástico documental conocido como "Indie Game: The Movie")
Gone Home, la maravillosa obra de The Fullbright Company, surgió por que a uno de los miembros le gusto la experiencia de trabajar con un pequeño equipo en el DLC de Bioshock 2: "Minervas Den". No le gustaba esa maquina ultraengrasada que supone la industria AAA. La criatura derrocha misterio por el lugar donde se desarrolla, cariño por la época en la que acontece y humanidad por la historia que relata.
The Stanley Parable, en un principio, llego siendo un mod de Half Life 2 y, al final, se trasformo en una obra increíble que versaba sobre la propia naturaleza de los videojuegos y de esa falsa ilusión de decisión que intentaban fabricar las grandes compañías en la mayoría de las IPS y franquicias.
Y entonces llega a mis manos The Graveyard.
Muchas de las obras que he citado en los anteriores párrafos están acusadas de ser "gafapastas". Son juegos que no pretenden entretener o divertir, sino profundizar en una historia que trata algo verdaderamente personal o que prefiere hablar de los convencionalismos que rondan por la industria de los videojuegos.
Hoy nos ocupa una obra creada por el estudio Tale Of Tales, un grupo de desarrolladores se ha caracterizado por presentar obras increíblemente experimentales y muy extravagantes.
The Graveyard se encuentra actualmente a un precio de cinco euros en Steam y es un juego que se puede acabar en cinco minutos. Consiste, principalmente, en dar un paseo por un cementerio con tonos de colores muy oscuros y grises.
No es la primera vez que me enfrento a juegos de este tipo, hay millones de títulos , en cientos de plataformas y webs, con las mismas características.. Entiendo que haya gente que le choque el hecho de su corta duración, solo espero que seas uno de esos jugadores que no hayan cerrado la pestaña al leer el párrafo anterior
Estamos ante una obra breve, pero no intensa. Lo primero que destaca es la inmersión. Nada mas ejecutar el juego, nos situamos ante la entrada de un triste cementerio. Encarnamos a una anciana que ha decidido darse un paseo por allí. No hay ni menú principal, ni menú de pausa. Si queremos salir del juego, tendremos que irnos del lugar.
La vista en tercera persona es un elemento que ayuda a meternos en la piel del personaje. La anciana, debido a su edad, no anda a gran velocidad. Se mueve pesadamente y esto es algo que se aprecia en las animaciones. Si andamos bastante, el personaje llegara incluso a cansarse.
¿Pero entonces, es The Graveyard uno de esos walking simulator, meramente contemplativo, al estilo Proteus? Ni de coña. El juego de hecho, tiene un desafió. En una capilla que funciona como punto neuralgico del lugar, se encuentra un banco. Después de un largo paseo, tendremos que descansar.
Algo tan simple como plantar las posaderas en un banco se convierte en una odisea para una dama entrada en años, por lo tanto, el camino hacia nuestra meta va a ser lento. Esto esta hecho adrede, para que podamos disfrutar de la ambientación.
La obra acierta de pleno en este aspecto, a través de sonidos quedamos hipnotizados, sus colores no son precisamente positivos, pero te deja perplejo. La inmersión sigue presente y te acaba engullendo.
Yo que vosotros, le daría una oportunidad. Te aseguro que no te dejara indiferente y se pasa volando. Es una obra muy artistica, eso si. Así que el jugador debe poner de su parte si quiere disfrutar de una experiencia plena.
Podría pasarme otros dos párrafos hablando sobre la finalidad de la obra. Pero The Graveyard es uno de esos juegos del que cada uno obtiene su propia lectura al acabarlo.
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