sábado, 22 de noviembre de 2014

Bakuman (I): Amor en tiempos de Storyboards

Ayer por la noche termine Bakuman.

Han sido un total de 20 tomos, un año de lectura/relectura y bastante dinero gastado. Es la primera serie cuya colección la he completado de forma compartida, tomo a tomo, esperando pacientemente a que en las estanterías aparecieran nuevos números y disfrutando cual niño chico cuando uno de ellos llegaba a mis manos. Hoy vengo a Bizkunt para hacer uno de esos comentarios ultra largos, pero esta vez va a ser algo mas personal, así que disculpadme si me dejo llevar por las ramas y comento puntos del manga absolutamente estúpidos pero que para mi tiene un significado bastante especial.

 Voy a  centrarme únicamente en el manga shonen publicado por Norma Editorial y como quiero que sea un análisis extendido voy a hacer varios posts, donde comentare aspectos de la trama, espero que no haya nada que consideréis spoilers.

Allevoy.







Recuerdo a la perfección el día que a mis oídos llego este manga. 31 de diciembre de 2011, era por la tarde y todos se estaban preparando para la entrada del año nuevo, todos menos yo, pues me encontraba tecleando en el ordenador cualquier gilipollez que se me ocurriera en esa red social de nosecuantos caracteres. Me encontraba hastiado y aburrido (para mi la entrada del año no es mas que un simple tramite, no supone nada especial... de momento) y entonces me recomendaron que le echara un vistazo a esta serie, con la rapidez de un lince, fui a cualquier pagina repleta de scans (rotos) y traducciones chustas, puse el nombre en el buscador, clique en el primer capitulo y me dispuse a leerlo. No sabia nada de ella.

Mi sorpresa fue BRUTAL.

La pagina decía que era un maldito shonen, pero no  nada de shonen. Simplemente era un chaval igual de hastiado y aburrido que yo en ese momento, que paseaba tranquilamente por el instituto y cuya mayor aspiración en la vida (a la que consideraba injusta, cabrona y rutinaria) era terminar como chupatintas, reponepapeleras, sirvecafes o "lo que sea" en una empresa cualquiera (este tipo de personas existen realmente en la sociedad japonesa, son los llamados salaryman y viven ganándose un sueldo a base de elaborar informes, documentos, reuniones etc. Muchos de ellos tienen la posibilidad de seguir aspirando hasta convertirse en el mandamas de la misma y otros simplemente se quedan encasillados en un mismo puesto durante toda su vida...).

Este tío no tiene sangre en las venas.

Hasta que descubre cierta libreta tirada en el suelo que le permite sesgar vidas humanas con tan solo tener en mente la cara de la persona, disponer de 40 segundos de su tiempo y escribir el nombre de dicha persona en cualquiera de sus paginas. Al muchacho se le va totalmente la olla y piensa convertirse en una especie de Dios del nuevo mundo. Tomándose la justicia por su mano. Nunca un bolígrafo había sido tan peligroso.

  Claro que si, coño, esto ya es un shonen puro y duro.


No espera. Me estoy liando.

Moritaka Mashiro (que así se llama el muchacho) entra en su habitación para estudiar y concentrarse en un examen de matemáticas verdaderamente importante que se celebra mañana en su instituto, pero desgraciadamente se le ha olvidado la libreta que contenía todos los apuntes y que esconde en una de sus paginas un gran secreto...

Ese gran secreto, no es otro que los dibujos que realiza durante las pesadas clases, simples retratos de su amor imposible, que demuestran su buena mano para el dibujo y como no, lo enamorado que se encuentra de dicha muchacha.

¿Pero donde  esta la sangre de demonio, los derechazos, las explosiones?.

Cuando entra en el aula para coger la libreta de su pupitre, se encuentra a Takagi,  el empollón de la clase, el que saca las mejores notas y que dentro de pocos años entrara en una gran universidad para luego convertirse en uno de los grandes empresarios de Japón. Horror, en la mano de Takagi se encuentra la libreta y ha descubierto su secreto. Takagi le promete que no le dirá nada a nadie de esos dibujos pero a cambio....

¿Sera un combate estilo Battle Royal?, ¿Entrara formar parte de una sociedad secreta comandada por una esfera negra gigante?.

Tendrá que crear un manga junto a el, Takagi se encargara del guion, mientras que Mashiro trabajara en el dibujo. Para así convertirse en los nuevos Dioses de la Shonen Jump (una de las revistas manga mas populares del país del Sol Naciente, hogar de One Piece, Dragon Ball o Naruto, no te puedes llamar otaku si no la conoces).

¡¡Que coño!!, ¿Esto es un shonen?.

Esa es precisamente la característica especial que hace que Bakuman sea un manga muy destacable. Pues no nos encontramos ante un manga que trata sobre personajes llenos de poderes especiales, ni combates, ni nada por el estilo. Bakuman es un manga que habla sobre los mangas, del duro proceso creativo por el que deben pasar aquellos que quieran crear una historia realmente cojonuda, por hacerse un hueco en este mundillo, que por cierto, no es nada sencillo. Cada capitulo  nos va desgranando como funciona la Shonen Jump por dentro mientras que sufrimos los éxitos, los fracasos de este dúo creativo... todo para cumplir un sueño, el ser los autores numero uno de la Jump.

Y también hay amor.

¿¿Eh??, anda, pues es verdad. Por si la fuerza de voluntad y el esfuerzo diario no fueran suficientes en la dura vida del mangaka. También tenemos una historia de amor un tanto pastelosa, que ocupara buena parte de la historia y que incluso en algunos momentos se convertirá en el protagonista absoluto del manga. ¿Por que hacen esto?, por el sencillo hecho de que esta es una serie juvenil.

Este precisamente es el mayor problema de este manga.

Hay que encandilar a los jóvenes de alguna manera, deben interesarse por nuestra serie, deben seguirla semana a semana pues entonces..¡¡metamos esta trama!!.  Es triste comprobar como una esta serie pierde muchas posibilidades de convertirse en algo mas adulto (y con adulto no quiero decir que se muestren tetas y sexo por doquier)   el publico al que se dirige es un lastre y esa historia de amor lo demuestra. No es que la vida de un mangaka sea un mundillo difícil, es que directamente es uno de los trabajos mas hijos de puta que te puedes encontrar en tu (corta, por si lo has olvidado) vida. Y Bakuman se pierde directamente en estas gilipolleces en vez de ofrecernos un retrato fiel de lo que realmente es la vida de un mangaka.

Pero lo entiendo. 

Cuando eres una persona creativa y tu hemisferio derecho se convierte en una gran válvula de escape para esta triste realidad. Lo entiendes. Bakuman introduce esa historia de amor por que cuando alguien se quiere meter en cualquier mundillo creativo primero lo hace con el corazón y luego se da de bruces con la realidad. Cuando le preguntaron al guionista por la idea que le llevo a crear Bakuman, este contesto que pensó en esta historia al ver el enorme Boom de gente que quería convertirse en autores de manga o actrices de doblaje. Toda esa trama estaba diseñada para animar o impulsar a todas esas personas que querían cumplir ese sueño.

Pero no deja de ser increíblemente inverosímil.

Para hacer esta trama amorosa mas interesante y mas juvenil, se introducen unas condiciones realmente estúpidas. El amor en Bakuman esta demasiado idealizado, incluso se podría decir que forzado. En la vida real el amor no es así.

¿Y por que no?.

Por que en la vida hay tres factores: Sueños, Esfuerzo y Azar. Bakuman se centra casi exclusivamente en los dos primeros. Nadie tiene el libro de su vida escrito, todo puede ocurrir, puede que mañana encuentres el amor de tu vida, puede que mañana encuentras la enfermedad que te joderá la vida, mañana mismo puedes morir y tu estas tan tranquilo aquí leyendo este articulo.

Al igual que en la trama principal se sufren todo tipo de altibajos. ¿Por que en la trama amorosa no hay ni uno solo que ponga en peligro la relación?. Se podría insertar una especie de Mindy Simons de la que el protagonista se enamora completamente, se demuestra que la rutina a llegado a consumirlo a ambos. ¿Por que es tan difícil hacer algo así?. ¿Por que nos venden amor sin espinas?.

Por que es un shonen.

Corto y cierro (de momento).
































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