Con el reciente lanzamiento de Metal Gear Solid V: The Phantom Pain, creo que ha llegado el momento de hablar sobre mi relación con el creativo japones y su archiconocida saga. No, ni de coña voy a tratar el divorcio entre Kojima y Konami, Aunque si voy a poner esta imagen, que me gusta una barbaridad y resume todo lo que siento hacia la empresa que nos trajo Castlevania o Silent Hill.
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| Una imagen vale mas que mil palabras |
Y ahora si, vamos a hablar de ese Tactical Spionage Action y de las perlas creativas de Hideo.
Cuando, a la edad de cinco años, llego a mis manos una flamante PSOne, empece a coleccionar juegos con verdadera devoción. En cumpleaños, santos o navidades no podía aceptar otro presente que no fuera un videojuego para la primera consola de Sony.Mi padre me los traía empaquetados en unos sobres de plásticos y después los introducía en un gran estuche rojo, allí guardaba todos esos títulos a los que dedicaba horas y horas.
Me di cuenta de que andaba pirateando gracias a que un juego conocido como Metal Gear Solid no funcionaba de forma optima en mi PSOne.
Y así, me di con un canto en los dientes (sintiéndome verdaderamente mal, por que según Sony, estaba matando a mis héroes) y no pude experimentar una saga que con el paso de los años se ha convertido en una de las mas representativas de este nuestro medio.
Con el paso de los años he ido conociendo algún que otro tropo de Metal Gear: el exacerbado uso de las cinematicas para narrar una historia y la aplicación de otras técnicas cinematográficas, como la incorporación de créditos in-game al inicio del juego con el nombre de los dobladores, los protagonistas y, como no, el del propio Kojima. Esas conversaciones eternas con el Codec que paralizaban la situación en cualquier momento o esa familiaridad omnipresente entre los personajes del juego.
He jugado, exactamente, a dos títulos de la saga: Metal Gear Solid 4 y Metal Gear Solid 2. Ambos los he abandonado enseguida. El primero lo deje no solo por que se tratase de un juego hecho para los fans sino también por que cansaba de tantas secuencias pasivas, donde yo no hacia absolutamente nada. Y con el segundo me rendí debido a su jugabilidad, que no llegue a comprender del todo. Y si, a mi también me pillo desprevenido aquel giro de guión inicial, es mas, me encanto.
Muchos pueden tildar a Kojima de ser un cineasta frustrado, que no realiza verdaderos videojuegos. Yo pensaba así hace unos años pero luego me di cuenta de aquellos magistrales guiños jugables que se encontraban dentro de la propia saga.
Es un secreto a voces que para acabar con el villano principal de la primera saga, se debía colocar un segundo mando dentro del puerto. Ademas, Psyco-Mantis se burlaba de ti, recordándote lo mucho que te gustaba jugar al Castlevania ya el juego registraba la Memory Card buscando IPs que pertenecían a Konami.
En cierto momento, mientras hablábamos por el Codec, se nos pedía expresamente que mirásemos el reverso del estuche por que allí se encontraba un código de vital importancia. Y en la tercera entrega de la saga se nos permitía eliminar a un jefe con solo adelantar la fecha de la consola.
Si, las cinematicas de Metal Gear son muy pesadas. Pero oye, las primeras reseñas de The Phantom Pain señalan que deja mas libertad al jugador en esos escenarios tan abiertos, el mismo puede desarrollar y gestionar algunos recursos e incluso para comprender la trama en toda su magnitud se debe explorar dicho mundo, ya que las cinematicas solo cuentan lo esencial.
Y esto ha molestado a los fans mas puristas de la saga, pero parece ser que Hideo ha aprendido con respecto a las anteriores entregas, ofreciendo un titulo de lo mas completo.
Estoy seguro de que algún dia jugare a Metal Gear y lo disfrutare mucho pero mientras tanto esperare a un buen recopilatorio (y barato, puñetas).
En la segunda entrega hablaremos de ese Silent Hills y sobre el futuro del creativo.
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